Introducción:
El término opiáceo se usa para designar un grupo de drogas que son
semejantes al opio o a la morfina
por sus propiedades.
Se
utilizan generalmente como analgésicos,
pero poseen muchos otros efectos farmacológicos. Interactúan con varios
receptores estrechamente relacionados y comparten algunas propiedades
de ciertos péptidos naturales, como las encefalinas,
endorfinas y dinorfinas (ver mas adelante).
Todas estas sustancias se emplean principalmente en el control
del dolor, pero su uso conlleva el peligro de crear dependencia
física y psíquica. Hasta ahora, no existen medicamentos
eficaces contra el dolor intenso que no produzcan dependencia.
Así estas sustancias continúan siendo los agentes más
valiosos en el control del dolor.
Historia de los opiáceos:
Los
efectos psicológicos del opio eran conocidos por los sumerios. La
primera referencia indudable al "jugo de la
amapola" es de la época de Teofrasto en el Siglo III A.C.,
la palabra opio se deriva del griego que quiere decir "jugo"
pues la droga se obtiene de la secreción lechosa
de la cápsula de la amapola, "Papaver Somniferum" originaria
de Asia Menor.
Los
médicos árabes conocían bien los usos del opio y lo llevaron a la
china donde se empleo para tratar las disenterias.
Paracelso en el siglo XVI la volvió a popularizar en Europa en donde
se había desacreditado por su toxicidad. La denomino laudano (del
latín LADARE Alabanza) este nombre aún subsiste para la tintura de
opio, y el nombre paregórico se le da al extracto alcanforado de opio.
El médico Ingles Sudenham la llevó a Gran Bretaña en 1680 y escribió
: "Entre los remedios que Dios todo poderoso
se ha dignado dar al hombre para aliviar sus sufrimientos, ninguno
es tan universal y eficaz como el opio".
A
mediados del Siglo XVII Chung Cheu, último emperador de la dinastía
Ming en China, prohibió fumar tabaco, en su lugar se fumaba
el opio. En 1840, el emperador Rao Kuang decretó la prohibición
de fumar opio y este fue un factor que ocasionó las denominadas guerras
del opio.
En Europa la disponibilidad del opio produjo un cierto grado de abuso,
pero el problema nunca fue tan prevalente ni tan socialmente destructivo
como el abuso del alcohol.
El opio contiene más de 20 alcaloides diferentes. En 1806, el alemán
Seturner aisló y describió un alcaloide del opio al que llamó Morphina
(según el Dios Griego de los sueños Morfeo).
El descubrimiento de otros alcaloides del opio siguió a la morfina
(codeína por Robiquet en 1835). A mediados del Siglo XIX, se generalizó
el uso de los alcaloides puros en lugar de preparados de opio crudo.
La
invención de la jeringa hipodérmica y el uso parenteral de la morfina
dieron origen a una variedad más grave de adicción. En estados Unidos
el alcance del problema de la adicción se acentuó con la llegada de
los trabajadores chinos que fumaban opio ; con el uso generoso de
la morfina entre los soldados heridos en la guerra civil y por la
disponibilidad incontrolada del opio que prevaleció hasta principios
de este Siglo (Musto 1973).
En 1967 se había llegado a la conclusión que las interacciones de
las drogas tipo morfina, antagonistas y las
agonistas - antagonistas se podían explicar mejor postulando
la existencia de más de un tipo de receptor
para los opiáceos.
En 1973 Goldstein y otros grupos de investigadores describieron en
forma independiente sitios de fijación en el
sistema nervioso del mamífero.
En 1975 Hughes y Kosterbnitz aislaron, en el encéfalo de cerdo, dos
pentapéptidos que exhibían acciones de tipo mófinico en el ileón de
cobayo y que erán antagonizados por la naloxona.
En el mismo año Golsdstein y Aranov descubrieron la presencia de sustancias
peptídicas con actividad opiácea en el hipófisis y en poco tiempo
se comprobó que existen 3 familias de péptidos
opiáceos y múltiples categorías de receptores para los opiáceos.
Estos adelantos fueron reseñados por Bloom (1983).
En esta sesión estudiaremos la morfina y los principales derivados
opiáceos que existen.